Aviso de #tendencia: Sport deluxe


Asistimos a una relajación del estilo que, francamente, a mí no me seduce en absoluto. Lejos han quedado las épocas en que los chándal eran territorio exclusivo del gimnasio o el confort de nuestra casa, y prueba de ello es la tendencia sporty chic. Martirio estaría encantada.


Sí. Un término un tanto original porque… ¿se puede estar realmente chic o elegante en chándal? Yo creo que debe dejarse para momentos más relajados, y por mucho que haya pantalones ahí fuera que con un blazer luzcan muy chulos en la sesión fotográfica, francamente, ¿nos atrevemos a ir así a la oficina? Yo creo que no.


Como me pasa con las zapatillas de deporte (que han tomado las calles de forma masiva) no me acaba de convencer esta tendencia. Con todo, está en todas partes y en todas las revistas, así que algo debe de tener el agua cuando la bendicen, y algo hay que hacer para que, al menos, las calles no luzcan como un improvisado gimnasio de alto standing.


La clave, a pesar de lo que ilustren las fotografías de las editoriales, es la simplicidad y la combinación. 


¿Por qué simplicidad? es mejor apostar por prendas que, siendo deportivas, tengan líneas depuradas y clásicas, de manera que no destaquen de manera obscena y se carguen el mimetismo que quieres conseguir. Queda claro que no tienen aquí cabida los tops fluorescentes y demás parafernalia 100% deportiva.


Otra de las claves es, como os decía, no abusar y combinar con inteligencia: escoge una pieza deportiva (una bomber, unos shorts o pantalones de inspiración chandalera, o las deportivas de las que hablamos en este post) y combínala con prendas que nada tengan que ver con el deporte, para restarle espíritu sport al look. Para los pantalones utiliza sandalias de tacón con un punto más elegante, combina la bomber con pantalones de vestir o una falda lápiz (haciéndolos más divertidos)… sé creativa, pero sin pasarte.


¿Qué me decís? no parece tan complicado... pero repito: con esta tendencia hay que andarse con ojo. Es muy fácil caer en la tentación de relajarse demasiado y que al final nuestro look sea un completo desastre.


Las fotografías no me pertenecen, aunque los collages sí. The images are not mine, but the collages are.


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